Cartelista, pintor, grabador, muralista, deportista y dibujante que se destacó por cultivar y desarrollar el cartel puertorriqueño. Formó parte de la generación artística del 40 y del 50, la cual pretendía utilizar el arte para crear imágenes en las que se afirmara la puertorriqueñidad. Dirigió la sección de gráfica de la División de Educación de la Comunidad (DIVEDCO), así como el taller de artes gráficas del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
Lorenzo Homar Gelabert nació en 1913 en el sector de Puerta de Tierra, ubicado a las afueras del Viejo San Juan. Fueron sus padres Lorenzo Homar Sampol, un agente de películas, y Margarita Gelabert Bruguera, ambos inmigrantes mallorquines. En su casa le inculcaron el amor por las artes y desde niño mostró interés por los deportes y la acrobacia.
En 1928, culmina su educación primaria en Santurce. Ese mismo año emigra con toda su familia a la ciudad de Nueva York, luego de que su padre experimentara dificultades económicas. Para contribuir al sustento familiar, abandona la escuela y comienza a trabajar en 1930 en un almacén de tejidos.
Su interés por las artes lo llevó a ingresar en 1931 a la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York, donde estudió bajo la tutela de George Bridgeman, destacado dibujante de la figura y cuerpo humano. Durante esa década se destacó como campeón de saltos de las Asociaciones Cristianas de Jóvenes de Nueva York (YMCA, por sus siglas en inglés). También formó parte del grupo de Columbia Trio, que presentaba funciones de equilibrio y balance.
En 1937, Homar comienza a trabajar como aprendiz de joyeros para Cartier de Nueva York, prestigiosa joyería de origen francés. Luego se desempeñó como diseñador de joyas para dicha casa. Mientras tanto, estudiaba arte durante las noches en el Pratt Institute de Nueva York (1939-1942). Entre 1942 y 1945, sirvió en la Segunda Guerra Mundial. De regreso a Estados Unidos, se reintegra a Cartier y se matricula en el programa nocturno de la Escuela de Arte del Museo de Brooklyn, donde toma clases con destacados artistas experimentales, como el mexicano Rufino Tamayo y el estadounidense William Baziote.
Homar regresa a Puerto Rico en 1950. Ese mismo año presenta su primera exposición individual en la Galería de Arte del Ateneo Puertorriqueño. Con el interés de promulgar la cultura puertorriqueña, fundó el Centro de Arte Puertorriqueño junto a Rafael Tufiño, José Antonio Martinó, Félix Rodríguez Báez y otros artistas. Este era un espacio donde se promovía no solo el trabajo individual, sino también el colectivo y donde se llevaban a cabo exhibiciones y talleres de arte.
Un año más tarde, comenzó a trabajar en la sección de artes gráficas de la División de Educación de la Comunidad (DIVEDCO), adscrita al Departamento de Educación Pública. Esta se estableció con el propósito de educar a la comunidad rural a través de libros, películas, folletos y reuniones. Las actividades de la DIVEDCO, se anunciaban en carteles creados en la sección de grafica, de la cual Homar asumió la dirección en 1952.
En la DIVEDCO, Homar, así como gran parte de los integrantes de la generación del 40 y del 50, tuvieron la oportunidad de desarrollar un medio – el cartel- que, en un principio, se consideraba seco e impersonal.
Abandonó la DIVEDCO en 1957 para ocupar el cargo de director del Taller de Artes Gráficas del Instituto de Cultura Puertorriqueña. En este produjo sobre 500 carteles para diversas actividades culturales y deportivas. A partir de 1973 hasta su muerte continuó su producción artística en su taller personal.
La obra de Lorenzo Homar cubre una amplia gama de medios y estilos, tales como el dibujo, la pintura y el mural. También fungió como escenógrafo y diseñador de vestuario. Sin embargo, donde más se destacó fue en la producción de carteles.
Entre los carteles que produjo en la DIVEDCO, de los que se producían en el medio serigráfico, se destacan los que anuncian las películas que filmó la sección de Cinema de la División, como Los peloteros (1951), Una voz en la montaña (1951) y Modesta (1956). En estos comienza a experimentar con las formas, el color y el medio, al utilizar el grabado y el crayón litográfico, entre otros.
Mientras estuvo en el taller de artes gráficas del Instituto de Cultura Puertorriqueña, al igual que en la DIVEDCO fue maestro de muchos jóvenes artistas entre los que figuran Antonio Martorell, Myrna Báez y José R. Alicea. Por la diversidad de actividades que patrocinaba el instituto, los carteles que se crearon abarcaban una gran variedad de temas, así como de exposiciones individuales y colectivas, festivales de teatro, ballets, ferias de artesanía y homenajes.
Algunos de los carteles que produjo durante estos años lo fueron: Exposición de imaginería popular (1957), Gráfica de Puerto Rico (1958), Exposición de obras maestras por cortesía del Museo de Arte de Ponce (1961), Pinturas dibujos y grabados de Myrna Báez (1962), Ramón Power y Giralt (1963), Exposición retrospectiva de José R. Oliver (1964), Ballets de San Juan presentan María Tallchief y Frank Ohman (1964), Alberto Peri (1969) y Alfabetos de Lorenzo Homar (1971). También diseñó diez carteles para el Festival Casals (1957, 1962, 1963, 1964, 1965, 1966, 1982, 1985, 1989 y 1996).
Homar había comenzado a experimentar con la tipografía desde finales de la década de 1960; jugando así con la forma, distribución y color de las letras para que formen parte en sí de la imagen. Esto se evidencia en los carteles Homenaje a Julia de Burgos (1969), Alfabeto heroico (1971) y Homenaje a Neruda (1971).
La libertad que le brinda trabajar en su propio taller le permite continuar con la experimentación tipográfica, así como con diversos materiales, medio y formas. De esta época datan los carteles que realizó para los VIII Juegos Panamericanos (1979), Gráfica de Lorenzo Homar (1972), The Poster in Puerto Rico (1974), Contesta tipográfica de Martín Fierro a Galileo, época de la computadora (1985), Homenaje a Zenobia Camprubi Jiménez en ocasión de su centenario 1887 – 1997 (1986) y Bicentenario de la Revolución Francesa (1989).
Participó de numerosas exposiciones entre las que se encuentran las individuales: Exposición retrospectiva de la obra gráfica de Lorenzo Homar en el Instituto de Cultura Puertorriqueña (1970); Gráfica de Lorenzo Homar (1972) en el museo La Tertulia, Colombia; Lorenzo Homar: A Puerto Rican Master of Calligraphy and the Graphic Arts (1983) en Princeton University Library, Nueva Jersey, así también, Lorenzo Homar, Calligraphy Prints and Posters (1991) en Pratt Institute Library, Nueva York. Entre las colectivas figuran la Exposición de grabado en el libro y la estampa (1951) en la Sala de Exposiciones de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras; 12th National Exhibition of Prints (1954), Library of Congress, Washington; Exposición colectiva de pintura puertorriqueña (1957), Galería Pintadera en San Juan; XI Biennale Internationale d’Art (1976), Menton, Francia y La hoja liberada: El portafolios en la gráfica puertorriqueña (1996), Museo del Barrio, Nueva York.
En el transcurso de su vida recibió una gran cantidad de premios y distinciones: mención honorífica en gráfica en el certamen del Ateneo Puertorriqueño (1956), primer premio pintura histórica del Instituto de Cultura Puertorriqueña (1957) y primer premio, Bienal de Ilustraciones de Libros de Niños, Brastislava, Checoslovaquia (1971). Lorenzo Homar murió en San Juan en 2004.
Grupo Editorial EPRL
Referencias: Museo de Arte de Puerto / Enciclopedia de Puerto Rico